Mi obra remite a la búsqueda constante de los principios que rigen la creación de la naturaleza, situándome en la intersección de conocimientos científicos (químico, físico y geológico) y arte multidisciplinario (escultura, grabado, pintura e instalación). Mis piezas se desarrollan con la visión de una nueva estrategia artística en la que el artífice se implica como medio en la gestación y la evolución de materiales orgánicos.
El resultado es imprevisible y, por lo tanto, profundamente contemplativo, reivindicando lo natural y el orden de lo femenino como generador orgánico. Los opuestos como concepto básico detonador.
En este proceso causo situaciones ideales para “cultivar” y hacer crecer cristales a partir de sales de distintos sulfatos: cobre, fierro o cobalto, entre otros. En esta experimentación juego con variables en concentraciones, temperaturas y tiempos que generan piezas tridimensionales, o escultura gestante, que puede continuar creciendo como pieza viviente, evolucionar, detenerse u oxidarse al término de su ciclo. Los residuos se integran a mi propuesta al llevar el material líquido remanente a la bidimensionalidad, como el salitre y el óxido y otros descompuestos sobre lienzo y papel, y en la composición técnica de grabado tradicional, al registrar los tiempos de oxidación y desintegración de la placa matriz en impresiones múltiples sobre el mismo papel. La obra en sí misma forma un ciclo de creación-desintegración.